sábado, 25 de diciembre de 2010

Comenzamos



Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura,
ché la diritta via era smarrita.

Inspirados, una vez mas, de las sabias palabras con las que el maestro florentino inaugura la Divina Comedia, nos embarcamos a la aventura de compartir nuestra experiencia en el sendero de la búsqueda espiritual.

Atravesando uno de los momentos más difíciles de nuestra vida, intentaremos hacer que de tanta oscuridad florezca algo de luz para los corazones de cuantos se atrevan a asomarse a nuestras reflexiones. 


El símbolo del yin - yang nos advierte de la necesidad de adentrarse en el "lado oscuro" de la fuerza (descenso a los infiernos, noche oscura del alma, crisis de angustia vital...) para rescatar la perla de luz que allí se esconde, y del riesgo de quedar cegados (detenidos en nuestro transito de crecimiento y emergencia espiritual) en una falsa luz, si no afrontamos debidamente nuestra sombra.


Con estas reflexiones pretendemos crear un campo de indagación y búsqueda legítimo para ahondar en la riqueza cultural de occidente, muy especialmente en la dimensión simbólica de lo sagrado, sin temor a pasar revista a temas como el gnosticismo, la alquimia, la cábala, el sufismo, la mitología, los alcances espirituales de la psicología y la literatura, moviéndonos entre la precisión rigurosa del estudio académico y la inspiración creativa del influjo espiritual que proporciona el contacto con las fuentes.

Intentaremos encontrar un modo de expresión contemporánea de esa clase de conocimiento visionario surgido del peligroso encuentro con las profundidades de la psique y que, trascendiendo la estrechez de miras del sentido común, se abre al océano del “suprasentido”, allí donde cabe la posibilidad de encontrar la apertura al misterio de la vida.

En último término, con esta modesta contribución sólo ambicionamos contribuir a continuar la obra de tantos buscadores que lograron abrirse paso en un mundo dominado por creencias dogmáticas y convencionalismos mezquinos para encontrarle un sentido al sinsentido de esta “pasión vana” que llamamos existencia, para apoderase del vellocino de oro, el santo grial, la piedra filosofal, las manzanas de las Hespérides, los accesos a Agartha o Shambala…

Su legado demuestra que la búsqueda misma ya es en sí todo un descubrimiento, siempre que se prefiera encontrar un camino auténtico a vivir extraviado, adentrarse en el simbolismo de lo sagrado, misterio tremendo y fascinante que constituye la fuente inagotable de la vida misma.

Somos conscientes de que estamos inmersos en la paradoja extraordinaria de las circunstancias presentes. Nunca como ahora –Internet mediante- tuvimos tantas facilidades para encontrar reunidos numerosos testimonios de la Sabiduría Tradicional de todas latitudes y épocas y gozar de la difusión del conocimiento a gran escala, consultar textos sagrados en lenguas modernas, acceder a la hermenéutica de símbolos, cotejar y comparar prácticas espirituales de un gran número de tradiciones. Tenemos tanto, pero el hipnotismo de los medios de difusión y la cultura tecnocrática promueven una aproximación tan superficial que nos mantiene en el espejismo de conocer, cuando en realidad sabemos tan poco. Tal profusión de información nos exige una serenidad que nos permita indagar en el propio ser para que aquella se transforme en conocimiento y llegue al lugar correspondiente y nos aumente el alma.

Nos gustaría que alguna de estas reflexiones resultaran “sanadoras”, en el sentido original de la palabra, ayudando a los lectores a encauzar su ser, maltratado por el modo de vida moderno, y alcanzar cuotas crecientes de auto-conocimiento y, por ende, de paz.


Todo está preparado. Comenzamos.

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